No realizar la Revisión Técnico Mecánica es una de las infracciones de tránsito más comunes en Colombia, y en CDA MI VAQUITA queremos ayudarte a evitar sanciones y garantizar tu seguridad en las vías. Cumplir con esta revisión no solo es obligatorio, sino que también asegura que tu vehículo esté en óptimas condiciones para circular.
¿Cuándo debes realizar la Revisión Técnico Mecánica?
Conocer los plazos para realizar la revisión técnico mecánica es fundamental para evitar multas y problemas con las autoridades. Además de cumplir con la ley, este proceso es vital para verificar que todos los sistemas de tu vehículo funcionen correctamente, reduciendo así el riesgo de accidentes.
Recuerda: La primera revisión técnico mecánica para vehículos particulares debe realizarse seis años después de la fecha de matrícula, sin importar el modelo del vehículo. Después de esta primera inspección, deberás realizar la revisión anualmente
¿Qué debes llevar a la revisión?
En CDA MI VAQUITA, necesitamos que traigas los documentos necesarios para que el proceso sea ágil y eficiente. Además del vehículo, deberás presentar la tarjeta de propiedad. Si tu SOAT está vencido, también podrás renovarlo en nuestras instalaciones junto con la revisión. Es importante que tu vehículo esté limpio, ya que no podremos realizar la inspección si está sucio. ¡Queremos que tanto el proceso como tu experiencia sean lo más agradables posible!
Fallos comunes que pueden hacer que no apruebes la revisión
La Revisión Técnico Mecánica evalúa el estado de tu vehículo para garantizar que no representa un peligro para la seguridad vial. A continuación, te mencionamos los problemas más comunes que pueden impedir que tu vehículo apruebe la revisión:
Problemas con las luces: Las luces deben estar en perfecto estado. Revisa si alguna está fundida o si hay problemas con la intensidad del brillo
Desgaste de las llantas: Uno de los primeros signos de desgaste en cualquier vehículo son las llantas. Si están en mal estado, la distancia de frenado aumenta y el agarre en la vía disminuye, lo que puede poner en peligro tu seguridad.
Emisiones contaminantes fuera de los límites: Con el tiempo, el sistema de emisión de gases puede deteriorarse, lo que provoca que el vehículo emita más contaminantes de los permitidos. Si sobrepasas los límites establecidos, no podrás pasar la revisión.
¿Cuántas fallas son suficientes para reprobar la revisión?
La normativa establece dos tipos de fallas:
Fallas Tipo A: Representan un riesgo grave para la seguridad. Si tu vehículo tiene una falla de este tipo, no aprobará la revisión. algunos ejemplos para estas fallas son:
Fallas en el sistema de frenos: Si hay problemas en el funcionamiento de los frenos, como un pedal de freno blando o la falta de líquido de frenos.
Fugas de fluidos: Fugas significativas de aceite, refrigerante o combustible que puedan poner en riesgo la operación del vehículo o causar incendios.
Mal estado de la dirección: Dificultad para girar el volante o cualquier daño en los componentes de la dirección que puedan afectar el control del vehículo.
Problemas en la suspensión: Elementos de la suspensión rotos o desgastados que comprometan la estabilidad y el manejo del vehículo.
Emisiones contaminantes excesivas: Si el vehículo excede los límites permitidos de emisiones contaminantes, esto se considera una falla grave.
Problemas estructurales: Daños significativos en la estructura del vehículo, como un chasis doblado o partes esenciales que estén comprometidas.
Fallas Tipo B: Son fallas menores, pero si tu vehículo acumula más de 10 fallas de este tipo, también reprobará. algunos ejemplos para estas fallas son:
Luces fundidas: Un faro, luz de freno o señal de giro que esté fundido pero que no afecte el funcionamiento general del vehículo.
Desgaste de llantas: Llanta con un desgaste moderado que aún permita un manejo seguro, pero que necesita ser monitoreado.
Ajustes de frenos: Los frenos pueden requerir ajuste o mantenimiento, pero no están completamente fallados.
Fugas pequeñas: Fugas menores que no representan un riesgo inmediato para la seguridad o el funcionamiento del vehículo.
Problemas con los limpiaparabrisas: Limpiaparabrisas que no funcionan correctamente, pero que no afectan la visibilidad de manera grave.
Estado de los espejos: Espejos con pequeñas imperfecciones o que no están correctamente alineados, pero que no comprometen la seguridad general del vehículo.